Nube Lab instaló señaléticas en el Parque Padre Hurtado.
Nube materializó un nuevo proyecto. En esta oportunidad gestionamos, diseñamos e instalamos señaléticas en el Parque Padre Hurtado para que los paseantes y nuestros invitados puedan ubicarse dentro de las 52 hectáreas que comprende el segundo pulmón verde más grande de Santiago. Nuestro taller está incluido en esta serie de carteles, de modo que todas y todos podrán encontrarnos.
INICIOS
El origen de este proyecto inicia por la voluntad de hacernos cargo de las esculturas presentes en el Parque Padre Hurtado (ex Intercomunal de La Reina). En Nube propusimos crear el Sendero de las Esculturas, un camino que visualizaba, indicaba y entregaba información sobre cada obra erigida. De esta forma, el sendero se convertiría en un recorrido educativo y lúdico para el público del Parque, además de divertido, por supuesto. Si bien seguimos masticando esta iniciativa, por motivos de distinta índole tuvimos que aplazar su realización y dirigir nuestro entusiasmo hacia nuevas propuestas. Sin caer en la desmotivación, nos planteamos una nueva idea: actualizar y crear señaléticas coloridas para todo el Parque.
La idea surgió al percibir que las señaléticas existentes estaban algo deterioradas y, sobretodo, desactualizadas. La gran mayoría había quedado en el pasado por no incluir todos los hitos dentro de las inmediaciones del Parque. Sumado a ello, muchas personas nos hicieron saber sobre las dificultades de encontrar el Taller de Nube (infraestructura de Nube Lab ubicada en el costado norponiente del Parque) dentro de todos este gran recinto, cuestión que, en determinadas ocasiones, dificultaba nuestros encuentros. Reuniendo todos esos antecedentes, la reseñalización del Parque tomó fuerza y decidimos tomar cartas en el asunto.
UN POCO DE HISTORIA
El Parque Padre Hurtado es el segundo parque urbano más extenso de Santiago, únicamente antecedido por el Parque Metropolitano. Su historia se remonta a 1967, cuando un acuerdo establecido por los alcaldes pertenecientes a las comunas de Providencia, Las Condes y La Reina deciden crear áreas verdes. Los entonces alcaldes compraron parte del fundo Santa Rosa para cumplir con su intención.
Años después, ya en 1981, el “Parque Intercomunal” abre sus puertas. En esos tiempos, el Parque contaba tan solo con la cuarta parte del espacio que actualmente lo delimita. Sin embargo, más de una década después, en 1993, la paisajista Marta Viveros comienza una remodelación del terreno. En conjunto con la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica, trabajan para incorporar nuevas zonas y mayor infraestructura, pensando en la experiencia de los visitantes. Hacia 1997, el Parque toma un aspecto distintivo, mucho más cercano al que hoy conocemos.
Una de las característica del Parque es su flexibilidad. Al extenderse en 500.000 metros cuadrados, este lugar entrega diversas posibilidades a sus visitantes. Abierto para personas de toda la ciudad (niñas, niños, jóvenes, adultos, y personas de la tercera edad), como también para grandes eventos de carácter privado que convocan a un número masivo de personas, sus espacios permiten distintos usos. Hay quienes hacen deporte, pequeños que suben y bajan de sus juegos, están quienes navegan por su laguna artificial, quienes montan asados en sus quinchos o quienes simplemente se tienden en el pasto, bajo la frondosa sombra de un árbol, a leer y descansar del ajetreo urbano.
EL PROYECTO
Abrir esta pequeña ventana histórica, nos ayuda a comprender la importancia de las indicaciones gráficas al interior del Parque. Pero, ¿cómo llegamos a su realización? Aquí sus detalles.
En un inicio, el artista visual Javier Otero —Encargado del área de Gestión y Producción de Nube Lab— y la diseñadora Josefina Vidal —quien nos acompañó durante 2019— comenzaron a trabajar en la reseñalización investigando diversas tipologías de señaléticas y recorridos por parques alrededor del mundo, especialmente en ciudades nórdicas. Por su simplicidad y excelente factura, tomaron aquellos referentes para comenzar a componer, a planificar y programar los asuntos más técnicos proyectándose al año 2020.
En marzo de ese año nuestras ilusiones de concretar el trabajo realizado se hicieron aguas debido a la crisis sanitaria que enfrentamos mundialmente. La pandemia nos detuvo por varios meses, no obstante nos dio un tiempo para repensar y reformular el proyecto. Sumado a ello, con la llegada de Camila Romero —actual diseñadora de Nube— revisitamos las maquetas iniciales para seguir operando digitalmente en sus detalles.
Camila trabajó el diseño de las señaléticas pensando en los elementos representativos del lugar. Creó figuras innovadoras, pero que al mismo tiempo todos pudiéramos identificar con el objetivo de comunicar y guiar a las personas de forma efectiva. Considerando zonas de picnic, quinchos, juegos infantiles, el anfiteatro, la laguna artificial, ciclovías, un tren de pequeño formato que recorre el Parque en toda su extensión, la cafetería, baños, una pista de acondicionamiento físico, nuestro taller, entre otros importantes sectores, llevamos el Parque una versión gráfica y funcional. Las innovaciones se manifiestan en las formas y también en la elección de los colores, tintes que se relacionan conceptualmente con cada lugar y que mantienen una armonía con el Parque.
Con el diseño listo, a principios de este año comenzó la instalación. Siguiendo la estrategia de “Usted está aquí” dispusimos 4 dispositivos que comprenden el gran mapa del recinto en los 4 accesos del Parque —accesos que dan a la Avenida Francisco Bilbao, la Avenida Padre Hurtado Sur y a la calle Vicenta Pérez Rosales— y en ellos se incluyen todas las localizaciones de este pulmón verde, sus calles circundantes y sus hitos.
Instalación y resultado de las señaléticas en el Parque Padre Hurtado. Fotografías por Camila Romero.
Al interior del parque, instalamos 16 postes donde se fijaron entre 3 y 5 carteles. Cada cartel apunta el nombre, el ícono y la dirección de los distintos emplazamientos del sitio. Para asegurar la durabilidad de los letreros, decidimos construir las señaléticas con madera pintada y lacada, especialmente para exterior. Por esta misma razón, las flechas de cada cartel son de aluminio compuesto, los postes son de fierro y los mapas generales, también de aluminio compuesto, fueron además calado con CNC para trazar las formas específicas de cada lugar y señalarlas correctamente. Así todos los elementos del proyecto podrán resistir los acontecimientos de la intemperie.
Como muestran las imágenes, las señaléticas levantadas son capaces de llamar la atención de sus visitantes, sus colores resaltan en el verdor de este predio sin quitarle protagonismo, incluso los postes plateados logran reflejar las tonalidades naturales del Parque e integrarse a él.
Detalles de las señaléticas en el Parque Padre Hurtado. Fotografías por Camila Romero.