Curso «Lenguajes Artísticos I: Expresión Plástica», visita Nube Lab.

El pasado viernes 25 de noviembre las alumnas del curso Lenguajes Artísticos I: Expresión Plástica, visitaron nuestro taller donde pudieron experimentar con las posibilidades que les brindaba el yeso creando moldes con plasticina, mica y guantes.

Desde el año 2021 que realizamos el curso Lenguajes Artísticos I: Expresión Plástica para estudiantes de primer año de la carrera de Pedagogía en Educación Parvularia de la Universidad Diego Portales. El curso tiene por objetivo acercar a las y los futuros educadores al lenguaje artístico, otorgándoles herramientas para el diseño de sus propias actividades pedagógicas. Para ello, buscamos transferir los principios del Método Nube teniendo como base el arte contemporáneo.

Lenguajes Artísticos —y sus derivados; expresión plástica y musical—, son cursos de formación disciplinaria que se encuentran en las Bases Curriculares de la Educación Parvularia, en específico, dentro del ámbito de la Comunicación Integral. Esto es algo que destacar, porque el currículum nacional decretado por el MINEDUC no reduce el lenguaje verbal como la única forma para conocer el mundo que tiene la primera infancia, sino que amplía sus horizontes cognitivos a los lenguajes artísticos, con sus múltiples expresiones, para que niñas y niños puedan manifestar sus posibilidades creadoras, de exploración y de apropiación del entorno. Es más, el objetivo descrito en las bases curriculares señala que, fomentando los lenguajes artísticos “se espera potenciar en las niñas y los niños, habilidades, actitudes y conocimientos para la expresión creativa de la realidad, y la adquisición de la sensibilidad y apreciación estética.” (MINEDUC, 2018)

Es sorprendente ver cómo el currículum de la educación inicial comparte muchos de sus lineamientos con el Método Nube. Partiendo por una mirada interdisciplinaria que tiende a la descompartimentalización de los saberes y que promueve una educación integral e inclusiva, y siguiendo con la creatividad como una competencia vital a desarrollar a través de una pedagogía que fomente la experimentación y el juego. Es por eso que, realizar el curso Lenguajes Artísticos I: Expresión Plástica para la Universidad Diego Portales ha significado tanto una oportunidad como un desafío. Desafío que tomó nuestra docente Catalina Pavez, formulando un curso de tres unidades que busca transferir los principios del Método Nube teniendo como base el arte contemporáneo.

El arte contemporáneo es el motor fundamental de nuestra metodología, ya que nos entrega recursos materiales, corporales, socio-simbólicos y contextuales. Desde ahí que el curso comience con una contextualización histórica y analizando referentes artísticos para distinguir los materiales usados, los procedimientos de transformación de la materia y las formas de ver de cada artista. Para luego, experimentar con diversos materiales y procedimientos hasta llegar a resultados desconocidos. Todo esto con el propósito de acercar el arte contemporáneo a la vida cotidiana de las y los futuros educadores, para que puedan visualizar el aporte pedagógico que este significa para la pronta planificación y diseño de actividades o material educativo, pero además, para que puedan construir un repertorio de ideas que sirva de apoyo al futuro trabajo en aula.

Es así como el pasado viernes 25 de noviembre las alumnas del curso Lenguajes Artísticos I: Expresión Plástica visitaron nuestro taller, en el parque Padre Hurtado, para vivir la experiencia de realizar actividades diseñadas en el Método Nube. Nuestra docente, Catalina Pavez, tenía todo listo y dispuesto para desarrollar las actividades “fósiles” y “yesos poliedros”, los materiales estaban a la mano y el objetivo de aprendizaje era claro; abordar nociones de molde y desmolde a través del yeso. Pero detrás de este objetivo se encontraban otros propósitos igual de importantes, como experimentar con un material para ellas desconocido, aprender a preparar el yeso, sus proporciones y sus tiempos. O también, aprender a visualizar distintos resultados a los esperados, e incluso, ampliar las nociones de lo que entienden por moldes a nociones cercanas como es el positivo y el negativo, o lejanas como pueden ser las huellas o texturas.

Algo imprevisto de esta visita fue el cambio de actitud que tuvieron las estudiantes. Al verse enfrentadas a un material que desconocían y a una actividad que las sacaba de su zona de confort —y antes siquiera de preparar el yeso—, comenzaron a abundar las inseguridades en frases tales como “no me sale”, “no sé hacerlo” o inclusive “soy mala en esto”. No fue hasta que pudieron visualizar sus primeros resultados que la negativa se transformó en sorpresa, en un vuelco que las hizo volver a poner las manos en el yeso y trabajar de manera autónoma. Unas querían volver a realizar sus moldes hasta obtener mejores resultados, otras querían experimentar con distintos objetos que sirvieran de moldes o texturas que dieran distintas soluciones, y todas, querían incursionar en los pigmentos tiñendo sus mezclas. Las invadió una actitud curiosa, o como llamamos en Nube; la actitud del artista, aquella que es desprejuiciada, que no le teme a la exploración ni a los materiales. Las sesión terminó siendo una experiencia gozosa, donde un par de instrucciones dieron paso a exploraciones personales y soluciones creativas, y eso es todo lo que buscamos con el Método Nube.

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