Gracias al Fondo de Fomento al Arte en la Educación (FAE) —el cual apoya programas de educación artística orientados a la formación, actualización, fortalecimiento y perfeccionamiento de docentes y estudiantes— este año dimos inicio al proyecto “Experiencias Arte + Educación en América Latina” en colaboración con seis importantes espacios de residencias artísticas ubicados en distintas zonas del centro y sur del continente americano.
La educación se rehace constantemente en la praxis.
Paulo Freire
Este 2022 comenzó con buenas noticias. Haber obtenido un puntaje notable y la adjudicación de un fondo de cultura, nos dio el impulso necesario para reanudar una investigación sobre residencias artísticas en América Latina emprendida en 2021 y retomar contacto con aquellos proyectos que destacamos por su trayectoria, incidencia y comprometido trabajo en sus contextos locales.
La primera semana de mayo tuvimos el agrado de estar Junto a Beta-Local (Puerto Rico), Correlación Contemporánea (Perú), Kiosko Galería (Bolivia), Residencias de Arte en Solentiname (Nicaragua), SOMA (México) y Tsonami Arte Sonoro (Chile), con quienes comenzamos un proceso de intercambio y creación que se extenderá hasta noviembre de este año. Con la mira puesta en animar los tejidos colaborativos en nuestra región, hemos conformado un grupo interdisciplinario de actores que —sumado a las residencias nombradas— velará por mantener vivos los objetivos del proyecto hasta su etapa final. Acompañados por el curador Christian Viveros-Fauné, seis artistas-profesores y el equipo de investigación, contenidos, diseño, registros y comunicaciones de Nube Lab, el proyecto se propone materializar actividades artístico-educativas para los niños, niñas, jóvenes y comunidades que son acogidas por Nube[1] como también por las organizaciones participantes.
“Experiencias Arte + Educación en América Latina” nace tanto del interés por comprender el origen y el destino de las residencias artísticas como por establecer una revisión crítica de los tránsitos entre las artes y la educación, cuestión fundamental para indagar en nuestro quehacer y proyectarnos al futuro desde un terreno fértil. ¿Cómo se educa desde el arte? ¿Cómo se relacionan los sistemas educativos formales con los procesos de aprendizajes artísticos? ¿Qué aporta la educación al arte? Son algunas de las preguntas bases que también repercuten a la hora de pensar los espacios de residencia o exploración artística.
Una de las primeras tentativas al momento de investigar fue levantar una cartografía que “mapeara” los lugares de residencias en América Latina bajo la aplicación de tres criterios: proyectos involucrados en la formación de sus artistas residentes a través de programas educativos y/o entrega de herramientas para profundizar los aprendizajes en la práctica artística; proyectos que se posicionan como una experiencia abierta a las comunidades, o que involucran al/la artista en una instancia comunicativa con la comunidad; proyectos vinculados directamente con sus contextos sociales, es decir, en conexión con la comunidad propia del lugar geográfico en la cual se sitúan.
Esta cartografía muestra un primer resultado donde se visibilizan 39 espacios, mientras la investigación prosigue su curso tanto para volver a evaluar los ya “mapeados” como para integrar nuevos a la constelación. Es justamente a raíz de este levantamiento que tomamos la decisión de establecer un trabajo de residencia colaborativa y en formato mixto -remoto y presencial- con Beta-Local, Correlación Contemporánea, Kiosko Galería, Residencias de Arte en Solentiname, SOMA y Tsonami Arte Sonoro. Cerrada la etapa de producción, este mes nos sumergimos de lleno en la fase de ejecución del proyecto, el cual arrancó con un encuentro virtual junto a las seis residencias y la totalidad del equipo Nube, y culminará con la publicación de una bitácora digital que registre todo el proceso de creación de las actividades elaboradas por los artistas-profesores (actividades que promoverán la imaginación y curiosidad en la vida cotidiana).
El encuentro, además de presentar las líneas de acción del proyecto y de permitir conocernos a pesar de la distinta física que nos separa, significó dimensionar los desafíos a los que se enfrentan las residencias en América Latina y sus lugares de enunciación. Si bien la diversidad de sus propuestas, problemáticas y estrategias de vinculación a sus contextos son claves para proseguir entendiendo el fenómenos de las residencias, fueron las confluencias y sincronías las que primaron: mirar hacia el sur —desde el sur— con la intención de generar intercambios e innovaciones desde lo sensible y con lo que tenemos a mano.
En los próximos días, nuestro taller estará siendo habitado por las y los artistas-profesores, quienes comenzarán a prototipar actividades a través de la experimentación, conjugando sus intereses personales, los aprendizajes del encuentros, su vocación pedagógica y manteniendo una comunicación contante con las residencias.
Pronto compartiremos más sobre el proyecto, sobre los avances y hallazgos que nos esperan en las diversas etapas de desarrollo.
[1] Las y los participantes del Equipo Nube son: Paula de Solminihac, Elena Loson, Constanza Tobar, Victoria García, Rafael Guendelman, Gloria Barrera, Céline Fercovic, Rocío Guerrero, Catalina Pavez, Javier Otero, Miguel Maira, Melissa Ferreira y Amanda Saavedra.