Cada año, el Festival Nube transforma el Parque Padre Hurtado en un espacio de juego, arte y comunidad. Pero como contamos en nuestro artículo anterior, esos tres días —que este año se extienden a cuatro— son solo la punta visible de un proceso creativo mucho más largo y colectivo. Un proceso que organizamos bajo el nombre de Residencias de Innovación Social y que este año tiene como tema: “Mudanza: La vida de las cosas”, gracias al dibujo que un niño nos dejó en la edición pasada del festival: dos casas, muebles y una palabra escrita con lápiz grueso: “Mudanza”.
Esa imagen simple nos abrió preguntas profundas sobre los objetos que habitan con nosotros: los que usamos a diario, los que se acumulan sin notarlo, los que extrañamos al perderlos. Desde marzo, el equipo Nube comenzó a explorarlos, investigando sus trayectorias, formas y materialidades a lo largo del tiempo. Así aparecieron cinco: una piedra, una llave, una huella, una taza y el polvo.




Convencidos de que este ejercicio debía abrirse a más personas —porque queremos que el festival no solo se viva, sino también se geste en común—, salimos del taller y nos dirigimos al parque con talleres participativos que invitaban a transeúntes y familias a escuchar las historias de estos objetos y a partir de ellas imaginar y proponer sus propias esculturas-juegos para el festival. Así, en nuestro primer encuentro abierto en el Parque Inés de Suárez, la taza y la roca inspiraron a más de 70 personas a dejar ideas, dibujos y maquetas que hoy forman parte del archivo vivo del festival.
La exploración siguió creciendo y, esta vez, se instaló en el corazón de la vida laboral de la ciudad. Llevamos el taller a las oficinas de Seguros SURA, principal auspiciador del Festival Nube 2025, invitando a sus colaboradores a ser parte activa del proceso creativo: jugar, imaginar y aportar a la creación de las esculturas-juegos y experiencias que veremos en noviembre. En esta ocasión presentamos dos nuevos objetos —la llave y la huella— que, al igual que la taza y la roca, se convirtieron en puntos de partida para pensar en historias, trayectorias y transformaciones. Los colaboradores de SURA se sumergieron en estas narrativas y dejaron sus aportes en dibujos, notas y maquetas que se suman al acervo colectivo que dará forma al festival.


“El arte tiene la capacidad única de hacernos ver el mundo con otros ojos y en Seguros SURA valoramos profundamente esa cualidad. Es por eso que este año llevamos el taller Nube a nuestras oficinas, generando un espacio de juego, creación y conversación con nuestros colaboradores para diseñar parte del festival, aportando ideas, dibujos y formas. Así, las esculturas-juegos que veremos en el Festival no son solo creaciones de artistas, son el resultado de una creación compartida”, explica Eliana Restrepo, vicepresidente de Talento Humano de Seguros SURA.
Con esta experiencia, la residencia “Mudanza: La vida de las cosas” amplía los límites del taller y del festival, reafirmando la idea central de Nube: el arte, el juego y la imaginación se construyen entre muchas manos, voces e historias. Cada aporte, cada mirada y cada propuesta es parte de un ecosistema creativo que, en noviembre de 2025, volverá a cobrar vida en el Parque Padre Hurtado.







