En Nube todos los días pensamos, recordamos y reconocemos el trabajo de mujeres artistas que han impulsado creativa y materialmente nuestro proyecto. Nube se ha construido a partir de la colaboración permanente entre mujeres de distintas disciplinas que valoran la importancia de las artistas tanto en la historia como en su vida personal y laboral.
Por eso, en conmemoración del 8 de marzo, queremos compartir lo que las mujeres de nuestro equipo han expresado sobre las artistas que han marcado sus vidas.
Ellas respondieron a la siguiente pregunta: ¿Qué artista mujer te ha marcado y ha influido en tu trabajo?
→ Paula de Solminihac
Hilma af Klint creía firmemente en la existencia de una realidad más allá del mundo material. Su trabajo de exploración de ese mundo invisible la llevó a investigar las posibilidades de la abstracción en la pintura mucho antes que los grandes conocidos como Kandinsky, Malevich o Mondrian. No buscó en el arte una forma de exposición, sino una forma de modelar las relaciones intangibles que constituyen nuestro mundo.
Con su grupo de amigas, autodenominadas “Las Cinco”, practicaban la escritura y pintura automática a partir sesiones de espiritismo y, después de 10 años de reuniones, ella fue la designada para crear la serie de enormes pinturas llamadas “Las Pinturas del Templo”, cuya impresionante presencia fue reflejo del universo que habitaba.
A pesar de que Hilma af Klint fue parte de la primera generación de mujeres que estudió en la academia de arte, nunca mostró su obra, salvo sus primeros trabajos principalmente dedicados a la naturaleza y botánica. Sin embargo, ella iba adelante, explicando esas misteriosas configuraciones espirituales a través del dibujo. Su obra seguirá siendo asombrosa.
→ Elena Loson
Cuando era chica, en mi casa siempre escuché hablar de Emilia Bertolé. La nombraban porque era prima de mi bisabuela y fue una mujer de tremendo talento.
Mucho antes de que yo decidera ser también artista, y sin conocer su trabajo, fui construyendo una imagen de admiración por ella, fascinada con el hecho de pensar en una mujer bohemia en el Buenos Aires de los años 20.
Hace algunos años me encontré con sus pinturas y sus textos. Se renovó así mi aproximación a su trabajo y, en especial, al oficio del retrato. Creo que Emilia Bertolé siempre será para mí esa primera mujer que encarna, muy cercanamente, la figura de una intelectual y trabajadora del arte.
→ Gloria Barrera
La mujer artista que ha inspirado es, sin duda, Violeta Parra. Es una mujer que luchó por lo que quiso creando una obra extraordinaria y que aún sigue vigente.
Ella fue quien me enseñó sobre lo divino y lo terrenal.
→ Bernardita García
Elijo a Violeta Parra. Recuerdo cuando leí sus décimas por primera vez, me sedujeron muchísimo por su claridad, sensibilidad y sencillez al escribir. A través de sus obras y su persona vi una forma de hacer arte de la raíz, muy de piel. Me daba la sensación que sus procesos eran sumamente intuitivos y libres de esquemas referenciales, era lo que ella sentía y lo que necesitaba decir: gritarle al mundo, a los políticos, a la institución.
Admiro de ella su fuerza y valentía, de creer en ella misma y sus obras cuando pocos eran los que la valoraban aún. Violeta Parra tenía ímpetu y supo que en el Louvre debía exponer su trabajo sin aceptar un “No” por respuesta.
→ Filipa Searle
Esa artista ha sido Ana Mendieta y lo puedo expresar citando sus propias palabras: “He ido manteniendo un dialogo entre el paisaje y el cuerpo femenino. Creo que esto ha sido resultado directo de mi alejamiento forzoso de mi patria durante mi adolescencia. Me desbordaba la sensación de haber sido separada del vientre materno (la naturaleza). Mi arte es la forma de restablecer los vínculos que me unen al universo. Es una vuelta a la fuente materna. Mediante mis esculturas Earth/body me uno completamente a la tierra… Me convierto en una extensión de la naturaleza y la naturaleza se convierte en una extensión de mi cuerpo.” (Fuego de Tierra, 1987)
→ Josefina Vidal
No podría decidir cuál es la artista que más me ha marcado, pero tengo a Vivian Gornick fresca en la memoria porque ha sido mi gran descubrimiento de este año, como escritora y como mujer.
En la década de los 70’s, Gornick trabajó como reportera en el semanario The Village Voice, donde se convirtió en una voz importante de la segunda ola feminista. En los años 80 escribió Apegos Feroces, pero solo hace 4 años que fue traducido al español. Compré el libro y lo terminé de leer hace algunos días. Lo disfruté muchísimo. En el libro da cuenta de sus memorias de infancia y juventud. Es un relato muy íntimo y sensible, en el cual describe a su pequeño mundo más cercano, sus relaciones familiares y el edificio de inmigrantes donde vivía. El espacio narrativo se va ampliando a medida que crece y se aleja de su hogar y su madre. La continuación de este relato es el libro La mujer singular y la ciudad, el cual tengo muchas ganas de leer.
→ Antonia Canales
Es Rachel Whiteread. Su obra gira en torno a espacios negativos y moldes inversos de espacios y objetos domésticos, cuestionando su función socio política y de género. Como dato, fue la primera mujer en ganar el Turner Prize en 1993.
→ Catalina Pavez
Matilde Pérez porque la audacia fue el sello de su vida. Haciendo su propio camino abrió nuevos rumbos en el arte chileno del siglo XX y, como mujer, transgredió muchas de las convenciones de su tiempo para dedicarse a explorar el lenguaje pictórico, depurando al máximo la forma y el color.
Las obras de Matilde Pérez dan cuenta de su experimentación con la ilusión del movimiento y con el movimiento real —a través de la electricidad— que ampliaron las posibilidades de su creación.
→ Melissa Ferreira
Tener a Voluspa Jarpa como profesora guía en mi última etapa de la Universidad, significó superar ese miedo a perderme en las narrativas que iba generando en la exploración con los materiales y los dispositivos. En cada corrección surgían nuevas conexiones, referentes, textos, imágenes y anécdotas que me nutrieron en un momento particularmente importante de mi vida.
Por otro lado, cuando me enfrento a sus obras se abre para mí un universo lleno de asociaciones y preguntas: puedo palpar su investigación, ver hacia atrás y percibir cómo se abren hacia el presente, interpelándome. Son como portales, invitaciones a escudriñar y a sospechar. Cada vez que veo alguna sala articulada con su trabajo, siento el impulso por tomar una pieza y desentramar.
→ Amanda Saavedra
Hito Steyerl es una de las artistas que más me ha marcado y me interesa. Me parece interesante que sea difícil de definirla. Ella no sólo es artista, también es escritora, investigadora, profesora, directora, inventora, entre otras características que probablemente desconozca. Me gusta mucho la lucidez y claridad que tiene respecto al arte hoy, relacionándose y cuestionándolo al mismo tiempo.
Además, sus investigaciones sobre lenguaje son de gran interés para mi trabajo actual: desde cómo se desarticulan los límites del lenguaje, hasta las realidades que crea, y cómo esto se relaciona con las imágenes e historias que nos bombardean.
→ Céline Fercovic
Muchas, pero quizás Lygia Clark ha sido una de las más importantes. Los bichos y cosas que hizo entre 1960 y 1975 son disruptivas. Sus obras de ese periodo son para interactuar. Eso está bien.