Entre el 13 y el 16 de noviembre de 2025 estuvimos en París, Francia, participando en la segunda edición de MIRA Art Fair, una feria dedicada al arte contemporáneo latinoamericano. La Maison de l’Amérique Latine, en pleno boulevard Saint-Germain, se convirtió esos días en un punto de encuentro intenso entre galerías, artistas y públicos de América Latina y Europa. En ese contexto, fuimos invitados a ser parte del programa público de MIRA 2025 con una charla y un taller familiar.

“La cocina de la intuición”: conversación sobre procesos artísticos
Nuestra participación comenzó con la conferencia “La cocina de la intuición: procesos de creación y reflexión en el taller del artista”, dentro del programa curado por la uruguaya Noelia Portela, curadora independiente radicada en París y fundadora de Persona Curada.

La mesa reunió a Paula de Solminihac y Elena Loson, artistas y fundadoras de Nube Lab; y a Patricio Majano, curador y artista salvadoreño vinculado a Y.ES Contemporary y actualmente investigador residente en el Instituto Cáder de Arte Centroamericano, asociado al Museo Reina Sofía.

Conversamos sobre cómo se cocina un proceso artístico: la importancia de la intuición en el taller, los tiempos de experimentación y error, y la manera en que esas búsquedas materiales y conceptuales se transforman luego en metodologías pedagógicas. Para nosotras y nosotros en Nube Lab, estos cruces entre creación y educación son fundamentales.

Recetas latinoamericanas que se transforman en obra
El domingo realizamos el taller “Recetario”, una actividad abierta al público y parte de la programación familiar de la feria, pensada para acercar MIRA a niños, niñas, familias y personas que visitaban una feria de arte por primera vez.

En el Recetario invitamos a las y los participantes a explorar recetas latinoamericanas y traducirlas en pequeñas obras visuales. A partir de los colores de los ingredientes, cada persona combinó pigmentos en un caldero giratorio —como si estuviera siguiendo los pasos de una receta— y creó una pieza pictórica única. Al finalizar, cada participante se llevó su obra enmarcada, hecha por sus propias manos.

Varios nos comentaron que “entraron como cocineros y salieron como artistas”, una frase que nos encantó porque sintetiza el espíritu del taller: transformar una práctica cotidiana en un gesto creativo y simbólico.

El taller recibió público de todas las edades y se mantuvo activo durante toda la tarde, alineado con el objetivo de MIRA de abrir la feria más allá del circuito especializado, invitando a la comunidad general a vivir una experiencia artística cercana y significativa.

Circulación internacional y redes de colaboración
Nuestra presencia en París fue posible gracias al apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través de un fondo de circulación internacional (folio 803838) que permitió financiar tanto el viaje como la realización de las actividades en la feria. Este tipo de apoyos resulta esencial para que organizaciones latinoamericanas podamos compartir nuestras metodologías en espacios internacionales como MIRA.

Durante la estancia, también aprovechamos de fortalecer vínculos con La Cité Internationale des Arts y su director de residencias, Vincent Gonzalvez, quien había visitado previamente Nube en Chile. Este encuentro se suma a una estrategia más amplia de colaboración entre espacios culturales y programas de investigación.

La jornada del Recetario contó además con el apoyo de un equipo de voluntarias locales, que acompañaron el montaje, mediaron con el público y ayudaron a sostener el flujo continuo de participantes durante toda la tarde.

MIRA, Nube Lab y la apertura del arte al público general
En su segunda edición, el programa público de MIRA se diseñó especialmente para invitar a personas que quizá no conocen la feria, pero que sienten curiosidad por el arte y sus procesos. La programación incluyó performances, conferencias, proyecciones y actividades familiares.

Nuestra participación —con la charla “La cocina de la intuición” y el taller Recetario— se alineó plenamente con ese espíritu: mostrar cómo un proyecto educativo nacido en Chile puede activar experiencias significativas en contextos internacionales y crear nuevas conexiones entre prácticas artísticas, afectos cotidianos y aprendizaje colectivo.

Agradecemos las fotos de Yulian Fotones.